Cuando ya no sea capaz de engendrar estrellas
que alumbren lo mismo tu vientre que tu espalda
o los flujos de la tierra que anochece.
Cuando no cambien de color los lirios si los miras
hacia los tonos curvos de tu cuerpo
o hacia donde se produjo la extática locura.
Búscame entonces un verso donde muera,
un verso que hable de los sueños de la vida
o uno que nos diga de la muerte si tú quieres;
que para amar, no importa lo que diga sino la sangre
que con nuestra sangre envenene cada esquina donde olvido.
Un verso que se calle cuando al corazón nos llegue.
De "Si ves que te hablo y anochece" 2004
jueves, 6 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario